Nuestro estilo de vida | Sagrada Familia de Urgell
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PARA AMAR Y SERVIR +

Consagración: “Confiamos en la ayuda de las hermanas para ser fieles a nuestra consagración.”

 

La donación total a Dios y el servicio de caridad, vividos con sencillez evangélica, orientan nuestro proyecto de vida. Las hermanas responden a la llamada de Dios Padre para el servicio del Reino por la profesión de los consejos evangélicos, inspirados en las palabras y en los gestos del Señor.

 

Castidad

 

El voto de castidad es una respuesta de amor a Aquel que nos ha amado primero, una respuesta que afecta lo más profundo de nuestra persona y se transforma en compromiso de entrega incondicional a nuestros hermanos. El celibato por el Reino es un don de dios que vivimos desde la propia fragilidad, con la ayuda de Aquel que nos ha llamado a seguirlo. Y lo hacemos porque Cristo mismo ha elegido este estilo de vida y lo ha propuesto a sus discípulos para ser fieles a la voluntad del Padre.

Por el voto de castidad:
  • nos queremos entregar totalmente a Dios y a los hermanos.
  • vivimos el celibato por amor a Cristo y a su Reino, no por motivaciones meramente humanas.

 


 

Obediencia

 

La obediencia religiosa es la respuesta a la llamada del Padre que nos invita a vivir en comunión constante con su voluntad. Dios nos llama a vivir en obediencia a semejanza de Cristo que fue obediente a su voluntad hasta entregar la propia vida. Es por esto que creemos que Dios nos llama a aceptar su voluntad para nuestras vidas y así entrar en comunión con su plan de salvación. Estamos convencidas que hemos de vivir esta obediencia de manera adulta y responsable, como un acto de fe y de libertad en actitud de disponibilidad para buscar y llevar a cabo la voluntad del Padre.

El voto de obediencia:
  • nos compromete a desinstalarnos y a dejar nuestros “nidos” y a vaciarnos de nosotras mismas para salir al encuentro de los demás.
  • nos impulsa a vivir con intensidad e interés los momentos comunitarios.
  • nos anima a comunicarnos más abiertamente.
  • nos motiva a descubrir a Cristo en medio de la comunidad, en el hermano.
  • nos invita a fortalecer nuestra identidad creando entre nosotras vínculos de unión que reafirmen nuestro sentido de pertenencia.
  • nos ayuda a crecer en el discernimiento personal y comunitario.
  • nos hace creativas para dar respuesta a la voluntad de Dios.

 


 

Pobreza

 

La pobreza evangélica es una actitud de libertad ante los bienes materiales desde el reconocimiento de la propia indigencia. Nos lleva a confiar plenamente en Dios y en sus promesas y a desprendernos de las cosas por amor a Cristo que, siendo rico se hace pobre por nosotros. Queremos hacer nuestras las palabras del Principio y Fundamento de los Ejercicios de San Ignacio, porque creemos que somos realmente creadas para alabar, hacer reverencia y servir a Cristo nuestro Señor, y todas las cosas creadas nos han de ayudar a conseguir este fin.

El voto de pobreza:
  • transforma nuestro corazón y nos cuestiona sobre dónde lo tenemos puesto.
  • nos impulsa a dar la vida.
  • nos acerca a los pobres, los preferidos de Dios.
  • es signo de fraternidad y anuncio de los valores del Reino.

 


 

VIDA DE FE:“UNIDAS A CRISTO CON LA ORACIÓN Y LA CARIDAD.”

 

Las hermanas vivimos nuestra consagración en comunidad, unidas por los vínculos de la fe y de la común vocación. Encontramos nuestra cohesión como comunidad a la luz de la fe, en unión con Cristo, a través de la oración y del servicio de caridad.

EN COMUNIÓN

“HIJAS DE UNA MISMA FAMILIA”

Queremos construir la comunidad con el esfuerzo de todas. Queremos crear una auténtica fraternidad fundamentada en la caridad, donde reine la alegría y el espíritu de servicio y se compartan la oración y el trabajo. Queremos inspirarnos en los mismos ideales y ayudarnos mutuamente.

¡SALGAMOS!

“TRANSMISORAS SIEMPRE Y EN TODO DEL MENSAJE EVANGÉLICO”

Compartimos la misión como un elemento constructor de la comunidad. Participamos en la misión evangelizadora de la Iglesia por medio de la educación cristiana, la acción asistencial y el apostolado misionero y estamos abiertas a todas las obras inspiradas en el Evangelio, que sean compatibles con nuestro carisma.

Sagrada Familia de Urgell