28 Sep Gracias, Señor, por el Sí de Iraís, Sandy y Mariana.
El día 12 de septiembre, memoria del Dulce Nombre de María, la capilla de la Casa de Formación de Morelia (México) se llenó de hermanas, familiares y amigos para acompañar a Mariana, Sandy e Iraís: Mariana, tras un tiempo de discernimiento viviendo en comunidad, daba un nuevo paso en su camino de seguimiento al Señor iniciando la etapa del Postulantado; Iraís y Sandy, juniores, renovaban al Señor su SÍ como en nuestra familia religiosa.
Nuestras hermanas Sandy e Iraís nos comparten cómo vivieron este día:
«Renovar los votos hoy, es volver a sentir la mirada del Señor que mira todo lo que hemos caminado juntos hasta aquí, y me invita a mirar yo también cómo me ha sostenido en cada momento.
Renovar los votos es volver a escuchar su palabra su pregunta: ¿seguimos adelante juntos?. Hay mucho que dar, hay muchos que están dispuestos a recibir, hay quienes necesitan un abrazo de Dios, de su ternura y misericordia. El Señor me ha vuelto a mirar a mi invitándome. Es él quien dice que Sí primero sin pasar por alto nuestras pobrezas.
Agradezco a Dios por tanto bien recibido, porque se que no voy sola, la comunidad me acompaña y me anima. Gracias a todas las hermanas por su oración y testimonio.
Que como la madre Ana María sigamos dando y construyendo juntas la vida.»
Y nuestra joven postulante Mariana nos comparte su vivencia personal de este día tan especial:
«En la Memoria del Dulce Nombre de María, el 12 de septiembre de 2019, viví una gran alegría que comparto con todos ustedes y mi familia, mi paso al Postulantado, mi primer paso de integración con las hermanas de la Congregación. Fue un día lleno de gozo, de fraternidad y de esperanza. A partir de este día, comienza una etapa en mi vida personal, llena de gracia y de profunda amistad con el Señor. No hay nada más práctico que encontrar a Dios, enamorarse rotundamente y sin mirar atrás.
Le doy gracias a Dios por llenar de bendiciones mi camino, por bendecirme de alegría y darme una razón para sonreír cada día, con el deseo que tengo de encontrarme con Él, que es mi motivación, para seguir dándole mi SÍ como María, y que Ana María Janer sea para mí un ejemplo de Caridad hecha Servicio a Dios en los hermanos.
Con mucho cariño os agradezco a cada una de las hermanas y Laicos Janerianos por sus oraciones y rezo por cada uno de ustedes.»