PRIORIDADES Y ACCIONES DEL XXIV CAPÍTULO GENERAL
PRIORIDADES
- VIDA FRATERNA
- Abrirnos con docilidad a la vida de la Gracia y favorecer el discernimiento para crecer en radicalidad evangélica y valentía profética. “Que Jesucristo sea el centro de nuestra vida y la razón de nuestra entrega a los demás” (C.4)
- Reavivar la fuerza carismática y acrecentar el sentido de pertenencia.
- Construir comunidades misericordiosas donde se fortalezcan los vínculos a un nivel más profundo promoviendo la libertad y la madurez.
- Acompañarnos como hermanas en las distintas etapas de la vida ayudándonos a vivir plenamente nuestra consagración.
- COMUNIDAD APOSTÓLICA
- Responder al llamado de la Iglesia viviendo en proceso continuo de conversión pastoral: comunidades abiertas, samaritanas y en salida.
- REESTRUCTURACIÓN
- Crecer en sentido de familia y hacer que las nuevas estructuras favorezcan la relación y la atención a las hermanas.
- Crecer en la cultura de la formación permanente.
ACCIONES
- VIDA FRATERNA
- Constituir un equipo a nivel general encargado de elaborar la formación continuada, retiros, celebración de tiempos fuertes, etc.
- Proponer ejercicios de discernimiento comunitario en momentos concretos.
- Renovar diariamente un clima de confianza, en el que se favorezca la ayuda mutua, la acogida y se respeten los diferentes modos de pensar, abiertas a la riqueza de la interculturalidad.
- Revitalizar las reuniones comunitarias como espacio de formación y de crecimiento en la comunión, el conocimiento, la valoración mutua y el trabajo conjunto.
- Rezar semanalmente por una comunidad determinada de la Congregación: las hermanas, su misión, la obra, los destinatarios, etc.
- Revitalizar la misión de las superioras locales. Organizar encuentros de superioras a nivel general.
- Favorecer el diálogo que supone una verdadera actitud de escucha, comunicarnos a un mayor nivel de profundidad y contar unas con otras. Para ello, podría hacerse uso de las herramientas de comunicación u otros medios adecuados.
- Revisar personal y comunitariamente la vivencia de la pobreza según criterios evangélicos, para ser signos proféticos en nuestro mundo.
- COMUNIDAD APOSTÓLICA
- Encomendar a las hermanas mayores de las comunidades, la misión de rezar por las vocaciones u otras intenciones concretas.
- REESTRUCTURACIÓN
- Adaptar la formación continuada a las necesidades de las hermanas. Favorecer espacios de escucha y propiciar tiempos fuertes de encuentro, por ejemplo de comunidades cercanas, de ámbitos comunes de misión u otros.
- Profundizar documentos eclesiales y congregacionales con pautas claras y vitales que lleven a revisar la vida.
- Renovar el Plan General de Formación y sus aplicaciones.