“Nuestro estilo: amar y servir”
Fundamentamos nuestra acción educativa en la visión cristiana de la persona y del mundo y participamos de la misión evangelizadora de la Iglesia católica, contribuyendo así a la formación global de niños y jóvenes.
Fieles al carisma de Ana María Janer, educamos a nuestros alumnos desde el amor y el servicio, con una sensibilidad especial hacia aquellos que más lo necesitan, acompañados por unos educadores conscientes de su misión.
Nos caracteriza el ambiente de familia: cercano y sencillo. Queremos que nuestros alumnos se sientan como en casa. Atendemos la diversidad con un trato personalizado y profesional. Acogemos a todos sin distinción.
Entendemos que la educación es un servicio a la sociedad.
“Nuestra misión: educar en humanidad”
La misión principal de nuestros centros es la formación integral de los alumnos. Ofrecemos los elementos necesarios para que crezcan y desarrollen todas sus capacidades.
Entendemos que la educación debe contribuir a la construcción del proyecto vital de cada persona y ayudar a afrontar las diversas etapas de la vida, las relaciones con los demás y sus responsabilidades. De este modo, favorecemos el desarrollo de la vocación personal y profesional de cada uno de nuestros alumnos.
Apostamos por la formación de personas seguras de sí mismas, autónomas y con una identidad propia. Personas solidarias, respetuosas con las diferencias, comprometidas con la sociedad y capaces de transformar su entorno. Personas que sienten y se compadecen con el que sufre y salen al encuentro del otro. Personas coherentes, honestas y reflexivas que construyen sus propios ideales, valores y criterios. Personas que valoran la vida, a los demás y lo que tienen. Anhelamos que nuestros alumnos, finalizada su escolarización, sean expertos en humanidad.