21 Abr A LA LUZ DE NUESTRA LÁMPARA (VI)
Reflexiones en tiempos de desierto:
Una oportunidad
Números, estadísticas, recetas, preguntas…, forman parte desde hace unas semanas de nuestra vida, la vida que con generosidad hemos aprendido a compartir, a exteriorizar con gestos, acciones de cercanía y de contacto, en la familia, en la escuela, en el trabajo y que ahora se ve recluida en casa, en cada una de nuestras casas y solo compartida con los más cercanos guardando, eso sí, cierta distancia.
Esta situación nueva que vivimos y que nos golpea fuerte, nos da la oportunidad, si lo vemos en positivo, de valorar lo que somos y tenemos, lo que realmente es importante en nuestra vida, nos da capacidad de adaptación, nos permite reflexionar, aumenta nuestra creatividad y hace crecer nuestra fe.
Nos hemos dado cuenta que nos necesitamos mutuamente y buscamos los medios para no perder el contacto, para continuar vinculados y sintiéndonos familia, y qué gran favor nos hacen ahora las redes sociales, los móviles, los ordenadores y tabletas, son nuestro instrumento de contacto y comunicación con los otros y con el Otro, pues fortalece nuestra experiencia de fe.
Para todos los que nos sentimos familia janeriana tenemos en nuestra Beata Ana María Janer un testimonio de caridad y de fe, “Creyente y solidaria nos muestra el camino”. Que ella nos dé la capacidad creativa de ponerlo en práctica en el hoy que vivimos.
Y os dejo una frase de un grupo catalán, Txarango, que me ayuda a darle sentido a este tiempo que vivimos, vosotros la podéis completar:
“Viure no és estar vius. Viure és l’actitud d’omplir la vida…”
Vivir no es estar vivos. Vivir es la actitud de llenar la vida…
Vanessa M. Duria Monge
Hermana de la Sagrada Família d’Urgell
Santa Coloma – Andorra La Vella